Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Porque algunos votos religiosos no son tan fáciles de cumplir, aquí les dejamos unos chistes de algunos que se las ingeniaron:

Una chava va a confesarse, pero ésta era una chava buenísima, de esas que cuando pasan cerca de un cirio pascual, lo encienden de tan calientes que están y desde que la vio el padrecito supo que iba a haber bronca.

-Padre, perdóneme por lo que le voy a decir, pero usted me gusta mucho -le dice la reinita al tiempo de que se despoja de la blusa.

-¡Dios mío! Ayúdame -expresa el cura mientras se santigua.

-¿Qué hago Padre? Es que usted me encanta -pregunta la mujer al tiempo de qué se quita la falda.

-¡Padre mío! Dame una señal, ¿qué hago? -dice el cura al momento de que une sus manos en plegaria.

-Padre, es que usted me excita -confiesa la mujer en el mismo instante en que se quita el brasier.

-Espíritu Santo, ¡Ayúdame! -ruega el cura mientras se persigna.

-Padre, es que usted me vuelve loca -dice la mujer al mismo tiempo de que se quita la pantaleta.

-¡Jesucristo! Ayúdame, ¡qué hago!

En eso, la figura de Jesús desde la cruz le grita:

-¡Bájame, cabrón!

.....................

Llega una monjita a una cantina, le pide al cantinero un desarmador y se lo toma al hilo, pasan unos minutos y ahora la madrecita pide una piedra, se la sirven y vamos pa'dentro, de un trago se la bebe. Al cabo de un rato más, la monja pide otro de esos tragos que cuando te los tomas y escupes se abre el piso; se lo sirven y otra vez se lo toma de un chingadazo. Total que la monjita se pone hasta el huevo y el cantinero se preocupa y comienza ha intentar convencerla de...

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