Grillotina / Guajes del lenguaje

AutorMarco Antonio Flota

Roberto Campa Cifrián es un político con ideas propias y actitudes verticales.

Presidente del PRI en el Distrito Federal, 2 veces diputado federal por el tricolor, en la segunda ocasión pidió permiso al presidente de la Cámara para ausentarse al inicio de la sesión que culminaría con el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, para no tener que votar en contra de la consigna recibida por los legisladores de su ahora ex partido. Iniciativa de Fox apoyada por otro zorro, Roberto Madrazo, entonces líder del PRI.

Candidato a la Presidencia de la República por el Partido Nueva Alianza en 2006, tuvo que tragar Gordillo cuando la abeja reina de ese Panal ordenó a los maestros que no votaran por él, sino por Felipe Calderón.

Después mantuvo sana distancia -pero no en el sentido que daba Zedillo a la frase- respecto a la maestra -ahora con minúscula-. Y, de repente, reapareció como subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la secretaría de Gobernación, nombrado por Enrique Peña Nieto.

Orquestador del Programa Nacional de Prevención Social de la Delincuencia, ha tenido Campa Cifrián frecuentes apariciones públicas a últimas fechas, aportando siempre ideas frescas, renovadoras. La más reciente, ante un congreso de comunicadores en seguridad: desterrar del lenguaje oficial, y periodístico, términos como "levantón", "encajuelado", "encobijado", palabras acuñadas por la delincuencia y ya de uso generalizado.

"Levantón", como todo mundo ya sabe, se aplica cuando un ciudadano cualquiera es secuestrado por los malosos. Pero más apropiado sería emplearlo para decir, por ejemplo, que "el PRD necesita un levantón", pero ya ni Tata Lázaro, si resucitara, podría lograr que se levante y ande ese partido.

Los criticones de siempre podrían decir que a Campa Cifrián le molesta lo de "encajuelado" porque su familia se ha dedicado por años a la venta de automóviles o que lo de "encobijado" le llega porque, como se dijo arriba, la maestra lo descobijó en el 2006.

Pero también ha propuesto don Roberto que las autoridades, al informar sobre algún narcotraficante, y la prensa al divulgar esa noticia, se abstengan de referirse a dicho personaje por su apodo. Y eso ya lo vemos...

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