Ivaginaria / El perverso favorito

AutorElia Martínez-Rodarte

El término sadismo fue acuñado por Sigmund Freud a principios de 1900 para señalar a ésta como una conducta desviada: es el goce ante la visión o al infligir dolor en otr@s. Posteriormente fue reconocida como una parafilia sexual. Es decir, el sadismo puede tener una connotación sexual o no. Es, además, una patología que se encuentra catalogada en el "Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales".

Freud, con la palabra sadismo, hizo famoso al incomprendido Marqués de Sade (1740-1814), quien murió hace 200 años. Sade no sólo dio su apellido a un género en sí, como ocurre con Leopold von Sacher Masoch con el masoquismo, sino que generó una literatura insuperable, en especial porque él fue uno de los más prolíficos y estilizados pornógrafos que ha parido la literatura mundial.

Donatien Alphonse Francois, el Marqués de Sade, fue a la literatura como San Agustín fue a la iglesia: ambos primero se forniciaron con todo ser vivo en pie que encontraron en su camino. Pero luego buscaron también la redención, ambos en la escritura, pero Agustín asimismo como religioso. De los que pecan hasta que se les infectan las verijas, y luego piden perdón.

El Marqués de Sade era un señor sin necesidad de trabajar, que sólo vivía para el vicio y el fornicio, hasta que le arruinaron la diversión casándolo con una mujer que supo testerear sus deslices, con tal de tener un esposo con título nobiliario.

Sin embargo el Marqués era bastante atascado, entonces no dejaba de maltratar a la servidumbre, la cual también se encargaba del servicio sexual del señor, pero a éste le encantaba la violencia y el maltrato físico.

Algunas de sus tropelías se las pasaron por ser de la nobleza y porque aún no estallaba la revolución francesa, pero el gran escándalo vino cuando el Marqués, quien siempre estaba a la vanguardia de los mejores productos de sex shop, intoxicó gravemente a un grupo de prostitutas que consumieron caramelos de cantárida o de la mosca verde, que eran considerados afrodisiacos.

En la orgía con trancazos, Sade les compartió el supuesto afrodisiaco que posee cierto poder vasodilatador e inflama la genitalia, pero si se toma en pequeñas dosis nada más. Si se abusa de esta sustancia causa intoxicación y ampollas. Sade logra evadir la pena de muerte, porque se fuga a Italia con su cuñada.

Hasta este punto de la biografía del Marqués de Sade, él todavía se encontraba bajo el...

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