Ivaginaria / ¡Publicidad engañosa!

AutorElia Martínez-Rodarte

Querido público masculino: en aras de cuidar sus lindos sobacos de un enorme fraude, debo de enlistar los principales rasgos de la publicidad de desodorantes para hombres, que con sus anuncios están engañando a muchos de nuestros varones.

En internet circula una nota de dudosa procedencia, en la cual un joven demanda a una empresa fabricante de desodorantes: "Vaibhav Bedi demandó a la marca Axe y señaló en la acusación que las promesas falsas de la empresa le causaron un gran daño psicológico. Aseguró además que utilizó productos de la marca durante siete años, sin que esto repercutiera significativamente en su capacidad para 'conseguir mujeres", se publica en el sitio de Publicidad y Mercadeo P&M.

Aunque esta información suene descabellada y los sistemas legales de otros países sí permitan demandas de esa naturaleza contra la publicidad engañosa, al menos que a nuestros hombres no los hagan ueyes. Aprendamos a detectar sus elementos.

Primero: las morras ultrabuenas que salen en los anuncios jamás andarían con un tipo equis que usa un desodorante con aroma a chocolate, astronauta, leñador dotado, a frutas salvajes o a leyendas piratas, como promete la publicidad. Y menos saldrían con un individuo que compra su desodorante en un súper o en una farmacia, en donde compran el resto de los macehuales. En dado caso, andarán con el que pueda pagar un desodorante más caro, ergo con más efectivo que gestione sus senos y nalgas.

Segundo: Está comprobado por científicos muy serios, que el pene no crece ni siquiera un par de milímetros cuando el sujeto compra el desodorante. Y tampoco está garantizado que le huelan bien las axilas cuando se ponga el perfume en la zona del sudor.

Tercero: Cualquier hombre con luces en la cabeza, sabe que esa publicidad les trata como imbéciles. Representan al ser masculino como macaco sin amaestrar que sólo se guía por la visión de la nalga y del pecho de una mujer sin asuntar nada más. El hombre es mucho más que sólo genitales inquietos o genitalocéntrico.

Cuarto: La mujer no espera un héroe vestido de astronauta. Tampoco a un leñador viril con camisa de cuadros y que porta un hacha filosa. Espera a un tipo que no crea que un desodorante le solucionará sus problemas, debilidades y taras.

Quinto: no existe una cosa tal que se llame "transpiración precoz". A menos que los creadores del desodorante hayan encontrado a una...

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