Una niña bien... mala / Fantaseando con 'civiles'

AutorMilah

Cuando has probado estilos de vida alternativos, regresar a la civilidad cuesta mucho trabajo y, de vez en vez, se te antoja seducir a un par de amigos o amigas para atraparlos en algún juego sexual.

Últimamente he estado metida con amigos "civiles" que nunca en su vida han incursionado en el swinger ni han llevado a cabo muchas fantasías en la cama, así que como podrán imaginarse, mi cabeza ha estado volando ideando la forma de reclutar gente nueva en este estilo de vida que tanto me gusta.

Uno de mis mejores amigos, nuevo cómplice de aventuras, ha estado apuntado para compartir conmigo esta nueva etapa y, por supuesto, está puesto para comenzar a experimentar las mejores travesuras kinky.

La semana pasada, luego de ir al aniversario de un antro en la Condesa, terminamos en tremendo after en casa de mi loco amigo, al cual llegaron decenas de personas para terminar la fiesta.

La música, el ambiente y el mood ayudaron a que mi amigo y yo comenzáramos a generar un ambiente de pasión desbordada con feromonas que todos pudieron notar.

Nuestro juego era muy básico, nosotros dábamos un mega beso frente a todos y luego, cada quien por su lado, comenzaba a generar interés en alguna otra chavita hasta lograr tenerlas súper calientes y con ganas de más.

Mientras nosotros nos divertíamos en nuestro enredo, los demás quedaban sacados de onda cuando de pronto me veían a mí besándome con alguna chica mientras, a unos cuantos metros, lo veían a él haciendo lo propio.

Nadie comprendía lo que pasaba, pero el interés y la curiosidad por entender nuestro juego inundaba aquel departamento, así que seguimos sin parar.

Luego de unos minutos de haber estado con ellas, una vez más nos cruzamos mi amigo y yo y nos metimos en su habitación para comenzar a quitar nuestra ansiedad con un mega faje de antología. La puerta estaba abierta y todos pasaban de vez en vez a chismear lo que ahí dentro sucedía y, luego de un rato, una de las chicas con las que habíamos estado se acercó y nos pidió permiso para compartir un beso con los dos.

Aquel beso de tres fue espectacular y ése fue el comienzo de todo.

Al fin encanchados, cerramos la puerta y nos dispusimos a disfrutar de aquella conquista al máximo.

Suavemente yo fui quitando la ropa de todos, mientras los besos y las caricias eran lo suficientemente placenteras como para continuar con el cachondeo.

Mientras más se besaban aquellos dos, más ganas me daban de estar con mi amigo a solas más tarde, pero por lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR