Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Aquí les va un claro ejemplo del porqué somos tan diferentes los hombres y las mujeres...

Dos mujeres se encuentran en la calle, una de ellas iba saliendo de la estética:

Mujer 1: ¡Hola amiga!, ¿te cortaste el pelo?

Mujer 2: ¡Sí, querida!, no te imaginas con quién... Edson, aquel maestro de la tijera. ¿Cómo me ves?

Mujer 1: ¡Maaaraaaviiillooosa!. Te ves 10 años más joven. Quiero hacerme lo mismo, ¿fueron luces?

Mujer 2: Nooo, es una nueva técnica de aclaramiento que él trajo de Italia. Imagínate que... bla, bla, bla, y te acuerdas de bla, bla, bla, bla y luego me dijo bla, bla, bla, pero no quiso bla, bla, bla.....

(Media hora después)

Mujer 1: Bueno amiga. Vete a tu casa, que tu esposo se va a enorgullecer de la esposa que tiene.

Mujer 2: ¡Ay amiga, que gusto me dio saludarte!

Mujer 1 se va pensando: Esa perra se ve ridícula y no se da cuenta. ¡No entiendo cómo su marido, tan guapo, sigue casado con esa mensa!

Mujer 2 se va pensando: Esa estúpida debe de estar muriéndose de la envidia. Y todavía quiere arreglarse igual ¡ja! con su pelo de escoba... ¿qué se estará pensando? ¿Acaso quiere parecerse a mí? ¡Ni volviendo a nacer, babosa!

En cambio...

Dos hombres se encuentran en la calle, uno de ellos va saliendo de la peluquería:

Hombre 1: ¡Qué onda wey! ¿Te cortaste el pelo, cabrón?

Hombre 2: No, me creció la cabeza pendejo. Pos a huevo que me lo corté, ¿por qué?

Hombre 1: Es que pareces puto.

Hombre 2: Sí, wey... pero a tu mamá le encantó.

Hombre 1: Sobres wey, ahí la vemos. Oye, y me saludas a la buenota de tu esposa.

Hombre 2: ¡Chinga tu madre, puto! ¡Nos vemos al rato!

Hombre 1 se va pensando: ¡Ese wey es a...

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