Ahogado de la risa

AutorPez Globo

El estrés nos enferma, nos atrofia, sin embargo, cuando estemos bajo sus efectos siempre debemos tener un momento de lucidez, para evitar una pifia como la de nuestra amiguita de este chiste.

Una importante ejecutiva, que fue a Miami a una reunión de trabajo, se regresó a su suite de hotel cinco estrellas; como estaba un poco estresada y necesitaba un relajante de carne y hueso, llamó a un servicio de acompañantes, de esos que se anuncian en las secciones amarillas de los hoteles de lujo y que reparten volantes en los aeropuertos locales.

Levantó la bocina del teléfono y del otro lado de la línea, una voz masculina respondía.

- Hola, ¿en qué le puedo servir?

- Hola, llamo del Hotel R Ejecutive Five Stars, suite 801 -dice ella.

- Sí,dígame, a sus órdenes -responde el sujeto.

- Verás, lo que pasa es que recibí un folleto en el aeropuerto y en él vi que ustedes ofrecen ciertos servicios.

- Claro, con mucho gusto, dígame qué podemos hacer por usted -dice el sujeto con actitud servicial.

- Pues mira, la verdad necesito que vengas a mi cuarto, yo estaré recién salidita de la tina de baño; mi cuerpo será cubierto sólo por la bata, misma me quitarás para dejarme desnuda y darme un masaje con aceite tibio con esencia de lavanda.

Frotarás mi piel sugerentemente y en algún momento cuando estés masajeando mi muslo, tu dedo alcanzará mi pubis y ese será el detonante para la explosión de mi humedad y marcará el inicio de la larga sesión de sexo intenso que tendremos; me voltearás y me lo harás de perrito, mientras me jalas el cabello y me das unas ricas nalgadas y yo te pediré más y más; me tirarás al piso y recorreremos...

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