Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Cuando Cristóbal Colón desembarcó en este continente gritó: "¡América, América!" y los nativos le mentaron la madre.

Un galeón navegaba una madrugada de invierno en altamar. Como viajaba de las Antillas a la Coruña atravesaba la parte alta del Ecuador, por lo mismo la niebla estaba a todo lo que daba, lo que dificultaba la labor del vigía.

De repente, se escucharon unos ruidos raros y el vigía, como sacó su telescopio y no vio ni madre, pues se dispuso a investigar de otra forma.

- ¿Quién navega? --gritó a los cuatro vientos--.

- Un galeón --le respondieron casi de inmediato--. El vigía se sorprendió, pues parecía que las aguas estaban tranquilas, así que siguió con su indagatoria.

- ¿Hacía a dónde os dirigís?

- ¡A la ciudad portaría de La Coruña!

El vigía no daba crédito, pues ahora no sólo compartían el oleaje, sino también destino. Aunque la información no estaba completa, así que siguió cuestionando.

- ¿Cuál es vuestro cargamento?

- Especies, barriles de ron y una gran variedad de telas y materias primas.

El vigía comenzó a pensar que era una afortunada coincidencia que compartieran ruta, tipo de embarcación y hasta el cargamento, así que sin más se decidió a preguntar quién era el encargado de compartir una misión similar a la que ellos tenían. - ¿Quien es vuestro capitán?

- El Marqués José Pedro Usabiaga de Guzmán

- ¡Ahhhh chingá... vamos en el mismo barco!

En un barco viajaban por el Atlántico un jamaiquino, un ruso, un mexicano y un gringo. De repente el caribeño saca un churro de mota tamaño jumbo, lo enciende, le da dos fumadas y lo avienta al mar, en eso reaccionan los otros.

- ¡No mames cabrón, por qué lo tiras! ¿Tienes...

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