La comedia política / Las culpas del PAN

AutorDan T.

Estaba un ex funcionario del gobierno de Felipe Calderón formado en la fila para comprar boletos para el cine. De pronto siente que alguien lo toma del cuello, comienza a masajearlo y le da ligeros golpecitos en la espalda y los hombros.

-¡Oiga! -reclama el tipo al de atrás- ¿qué carajos le pasa? ¿Por qué me anda toqueteando?

-Disculpe, señor, lo que pasa es que soy masajista y me tomo muy en serio mi trabajo. Por eso no pierdo oportunidad de practicar, cada vez que tengo una espalda frente a mí.

-¡No me joda! -responde el primero- Yo soy panista, fui funcionario foxista y posteriormente calderonista, y no me ve chingándole la cartera al de enfrente ¿o sí?

Últimamente se ha puesto de moda la palabra oceanografía, y no es porque la universidad haya abierto una nueva licenciatura para el estudio de los océanos.

En realidad Oceanografía es una empresa que tenía millonarios contratos con Pemex. Y no me refiero a milloncitos de pesos, sino a miles de millones de dólares. Cantidades de dinero que ni tú ni yo veremos aunque juntáramos nuestros ombligos, digo, nuestros domingos.

Oceanografía logró su éxito no porque hiciera muy buen trabajo, sino porque padrinos poderosos en los gobiernos panistas. Primero, en el sexenio de Vicente Fox, fueron los hijos de Martita Sahagún quienes, amparados en el nombre de su reguanajuatense madre, gestionaban tan jugosos contratos. Es decir: le hacían de coyotes para que la empresa hiciera negocios.

Obviamente los niños Bribiesca Sahagún contaron con cómplices tanto en Pemex, como en la Secretaría...

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