Entregas en caliente / La Central de energía

AutorGuillermo Hérdez

La historia de la humanidad podría definirse a partir de sus avances tecnológicos. Existen inventos que han significado un verdadero parteaguas para el desarrollo de las civilizaciones. Algunos son tan simples que nos hemos acostumbrado a ellos y, cuando los utilizamos, no reparamos en la genialidad que entrañan. Piénsese, por ejemplo, en la cuchara, en el martillo o en el libro. Todos ellos insustituibles y fundamentales para que el mundo evolucione como lo ha hecho.

Y, ahora, uno más de los que, seguramente, cambiarán la forma en la que concebimos las relaciones humanas: el Orgasm 3000. Es una máquina capaz de proporcionar orgasmos a sus usuarios sin la necesidad de que tengan una pareja. Basta conectarse una serie de ventosas en determinadas partes del cuerpo y dejarse llevar por la fantasía hecha realidad de la estimulación máxima. Sabemos bien que eso es diferente para cada persona. Hay quienes prefieren determinadas posiciones, por ejemplo. Orgasm 3000 se los da. Hay a quien le gusta que le laman, con movimientos largos, todo el canal en medio de las nalgas. Orgasm 3000 se los da. Hay quien fantasea con animales, con reptiles y hasta con un chichicuilote. Orgasm 3000 se los da. Y, por supuesto, también es capaz de replicar sensaciones comunes como la lamida de un miembro, como el impacto de unas nalgas contra el abdomen de cierto hombre, como los apretones de una vagina a una erección o como el peso de un par de tetas en las manos de un adolescente virgen. Todo eso Orgasm 3000 se los da. Y su costo es bastante bajo.

Y ninguno de los usuarios satisfechos se hace la pregunta crucial: ¿cómo es que funciona este aparato maravilloso que terminará con la producción...

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