Entregas en caliente / Locura de amor

AutorGuillermo Hérdez

- Necesito que vuelva a confinar a Soledad -la súplica es de Paco Jones.

El doctor Peregrino lo mira con extrañeza. Es comprensible. Apenas hace un par de días Paco Jones le suplicó que sacara de la celda de paredes acolchadas a la mujer que decía estar enamorada de él.

- No entiendo - dice el doctor -, hasta donde sé usted ha follado muy bien con Soledad.

Paco lo mira confirmando sus sospechas: ese doctor se dedica a ver el comportamiento sexual de sus pacientes. De seguro, por eso, los hace vestirse con esas batas tan ridículas que no alcanzan para tapar gran cosa. Sin duda, a fuerza de dirigir un manicomio, los doctores también acaban vueltos locos.

- Además, usted mismo me pidió que la sacara de ahí - continúa el doctor.

Paco Jones asiente. Se nota la desesperación en su rostro.

- No tiene usted una idea, doctor. Este, este... - a Paco le da trabajo encontrar las palabras pero, por fin, comienza a contar su problema.

Resulta que Soledad no sólo era impresionante en la cama. El sexo se le daba como a ninguna mujer que Paco hubiera conocido, y vaya que conocía muchas. El primer día follaron como desesperados. En posiciones desconocidas. Colgados de un arnés en el techo, por ejemplo, para sentir que volaban mientras llegaban juntos al orgasmo. Y lo mejor es que, gracias a un libro Maorí de sexualidad, Soledad sabía hacer cosas con su vagina que proporcionaban placeres inexplicables.

- Ahora entiendo todavía menos - dijo el doctor Peregrino. Paco le hizo una seña con la mano antes de continuar.

- Como le dije, Soledad no sólo es impresionante para el sexo, también es demasiado celosa.

Y era cierto. Cada vez que otra de las internas se acercaba a Paco Jones, Soledad se volvía una furia. Arañaba, gritaba y amenazaba con matar a Paco en medio de una follada sin precedentes: ella conocía el arte de la muerte por amor. Paco no pidió explicaciones sino que se resignó a perder a sus amantes. No es que Carlota o alguna otra de las pacientes follara mejor que Soledad pero Paco, lo sabemos bien, no es hombre de una sola mujer. Además, Soledad no sólo le aguantaba el paso sino que lo superaba.

- Conque ninfómana, ¿eh? - pregunta el doctor Peregrino.

- Ninfómana, celosa y loca.

- ¿Entonces acepta que, por fin, una mujer lo ha superado?

Paco Jones nota la malicia en la pregunta del doctor. Piensa un poco antes de contestar.

- Me han superado muchas, doctor, pero Soledad está enferma. Ella sí es una verdadera loca.

- Por lo que me cuenta, tiendo a creer...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR