Se eterniza una deuda

AutorEnrique I. Gómez

TOLUCA.- EL 24 de julio del 2008, Juan Ortega contrató un crédito con el Infonavit por 399 mil 767 pesos con el fin de adquirir una vivienda y, pese a pagar puntualmente, para septiembre del 2012 la deuda ascendía a 420 mil 832 pesos.

Esta caso ilustra el trato financiero que reciben los compradores de viviendas que recurren a un financiamiento de la llamada hipotecaria social.

Destaca que el crédito fue signado cuando las deudas con el Infonavit eran tasadas en salarios mínimos, por lo cual éstas crecían cada año por el crecimiento inflacionario.

Esto provocó un aumento del crédito de Juan Ortega, pues al 31 de diciembre del 2009 debía 391 mil 632 pesos, pero en enero del 2010 la deuda había crecido a 410 mil 97.

Dichas variaciones consideraban los pagos mensuales que hacía el acreditado al Infonavit y que, en promedio, eran de 2 mil 500 pesos, cada uno.

Adicional a ello, se sumaban las aportaciones para vivienda que hacía la empresa en la cual laboraba Juan Ortega al Infonavit, y que al año representaban otros 12 mil pesos aproximadamente, que iban también al pago del crédito.

Pese a estas amortizaciones, en enero del 2011 el pasivo con el Infonavit ya era de 418 mil 57 pesos...

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