Explosión anunciada I

AutorMETRO / STAFF

El olor a gasolina que emanaba se convirtió en el preludio de la muerte y destrucción.

"¿Por qué no nos dijeron que estaba ya para explotar?", recordó entre lágrimas María Guadalupe Zambrano, sobreviviente de la Calle Río Bravo, en el Barrio de Analco, a 25 años de la tragedia del 22 de abril de 1992.

A ella le quedaron lesiones físicas y psicológicas que nunca cicatrizaron.

"Hay momentos en que me da una tristeza, una depresión muy fuerte que no se puede controlar", expresó en abril de 2017, en entrevista para Grupo Reforma.

La explosión que la dejó enterrada entre escombros y con rupturas en columna, costillas, cráneo, afectaciones en la vista y un eterno zumbido en su oído derecho, se registró pasadas las 10:00 horas.

Sus horas más amargas las vivió el mismo día, cerca de las 23:00 horas al recuperar el conocimiento y no saber el paradero, por un momento, de sus tres hijos, que fueron evacuados al Barrio de San Andrés.

"Como dijeron que iba a empezar a explotar toda la ciudad, los sacaron, fueron a parar hasta San Andrés", narró.

Aunque aseguró que no guarda ningún resentimiento, mantiene presente la negligencia de las autoridades.

Un días antes de las explosiones, los habitantes del Sector Reforma advirtieron que el drenaje desprendía un olor similar al de la gasolina y alertaron a las autoridades, pero no se tomaron medidas preventivas.

Fue hacia las 11:00 horas del martes 21 de abril cuando residentes de la Calle Gante se quejaron ante el Departamento de Bomberos de Guadalajara de los fuertes olores a carburante y gas saliendo de las alcantarillas.

El personal del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Guadalajara comenzó a explorar el sector y tomó muestras del agua de las alcantarillas alrededor de las 13:00 horas.

Para las 14:30 las brigadas de búsqueda sumaron a elementos de Bomberos, Pemex, Protección Civil y Agua Potable.

El equipo de inspección destapó las coladeras y pidió a los vecinos que evitaran usar material inflamable cerca de las 18:30.

Media hora más tarde, el superintendente de la Planta La Nogalera de Pemex negaba que la fuga procediera de sus instalaciones.

La descarga de hidrocarburos se le atribuyó, a eso de las 20:00 horas, a la Aceitera La Central.

Durante la valoración del personal en algunas zonas se registró 100 por ciento de explosividad.

Sin embargo, se tomó la decisión de mantener la zona sin evacuar y abierta a la circulación de vehículos.

Para las 3:00 de la madrugada del miércoles, entonces de...

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