Grillotina / Cuando hay toros no hay toreros....
| Autor | Marco Antonio Flota |
Una frase, más bien un versito, que solían usar los taurinos de antaño y había caído en desuso, de pronto volvió a cobrar vigencia el martes pasado. Ahí le va:
"Ya lo dijo Pepe Moros/ aquel traficante en cueros/: cuando hay toreros no hay toros/ cuando hay toros no hay toreros".
Y es que eso ocurrió antier en Madrid, en la corrida de la Feria de San Isidro, que es como la Feria de San Marcos de Aguascalientes, pero sin palenque, ni ex gobernadores detenidos al salir de la plaza.
Pues bien: en la corrida madrileña, el primer toro mandó a la enfermería, sin boleto de regreso, a su presunto matador, Víctor Mora. El segundo espada, Nazaré, liquidó a ese primer astado, pero fue herido por el segundo. Ese mismo segundo de la tarde dio varias volteretas a Saúl Jiménez, tercer matador, a quién los médicos declararon inhabilitado para seguir toreando. Y el presidente- así le dicen los españoles al juez de Plaza, pero que no se entere Cuarón porque le manda una carta- decidió suspender la corrida por falta de matadores. Cumpliéndose así la vieja sentencia: "Cuando hay toreros no hay toros/ cuando hay toros no hay toreros"
Dirá usted que la noticia ni nos va ni nos viene, porque los 3 citados matadores no son El Juli, ni Ponce, ni Talavante. O sea: resultan totalmente desconocidos en México, pero en España popularísimos. Mismo caso de El Zapata, Angelino o Rafael Ortega, ignorados por los iberos, pero famosos por estos lares.
Más conocimientos tenemos, en ambos países, sobre los políticos. Por ejemplo, todos sabemos que un ex Presidente español bueno para el trago se llama José María Aznar y está casado con la señora Botella, mientras que en las tabernas de la Plaza Mayor saben que un ex Presidente mexicano está casado no con la señora Botella, pero sí con la señora Margarita, cuyo nombre también suena a aperitivo.
(Por cierto, el 2 de junio del 2001, el mismo día en que llegó de visita el entonces Presidente Aznar, con su señora Botella, adquirió Fox su casquito no retornable: es decir, se casó con doña Marthita- todavía con H, pero no muda-)
En otro tiempo los toreros mexicanos eran bien conocidos y estimados en España y los españoles en México. Fue un ídolo en Madrid don Rodolfo Gaona, llamado El Califa de León, mucho antes de que Slim comprara al equipo de fútbol hoy bicampeón. El guapo ibero Paco Camino arrasó con el cuadro, incluso se casó con la hija del empresario (La hija del empresario de la Plaza México, no del dueño de Telmex, claro)
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