Ivaginaria / El consentimiento

AutorElia Martínez-Rodarte

Desde Barcelona mi hermoso novio perenne me envía un pedeefe con la novela de "El consentimiento", de la francesa Vanessa Springora. Me manda la copia en francés que acaba de salir hace poco y en donde la escritora narra su experiencia sobre su relación con un hombre de 50 años, cuando ella tenía 14. Es decir, un caso de estupro, corrupción de menores y abuso sexual a menores.

La novela no sólo puso en la palestra a un conocido pederasta, pedófilo y violador en la figura del escritor Gabriel Matzneff, el viejo rancio que se estaba tirando a la morrita. Matznfeff tampoco crean que fue un abusador que se estuviese escondiendo no que ocultase su efebofilia, porque gustaba mucho de las criaturas vírgenes o no fornicadas, fuesen masculinas o femeninas. Y lo publicaba en sus libros y en donde le preguntaran.

Matzneff es un amigo de la madre de Vanessa, quien en una bio novelada cuenta cómo vivió aferrada al romance y relación nociva con un señor mucho más grande que ella, y al parecer, soterrado por las demás personas adultas quienes nunca atinaron a quejarse de cómo un hombre tan mayor estuviera cometiendo estupro a la vista de toda la intelectualidad francesa en los setentas y ochentas.

La novela ha levantado no solo ampollas en todos los viejos rancios franceses, en especial en los machos intelectuales que están a punto de abandonar la nave. Pero se estaban pasando de veras, porque hasta apenas ahora las editoriales y el gobierno francés ha decidido amonestar de alguna forma a Matzneff por sus abusos.

Unos años antes este escritor sacó una novela en cuya portada aparecía Francesca Gee, otra de las chicas que fue su novia cuando ella era una menor y él un bato viejo. Ese libro se editó con la fotografía del rostro de Gee y las cartas que ella le enviaba al tipo. Ese bato lo que buscaba era enaltecer sus contactos y romances con menores y luego publicarlos en libros que durante una buena era fueron muy famosos. A Gee jamás le pidió permiso para publicar ni su cara ni sus cartas.

La idea de promover las relaciones entre adultos y menores en Francia fue auspiciada por muchos intelectuales de todas calañas, pero el asunto es que impedir el desarrollo humano y sexual de l@s jóvenes es un derecho humano mundial.

Ahora el escritor...

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