Ivaginaria / Los feminicidas en potencia del rancho

AutorElia Martínez-Rodarte

En aquellos días (de la violencia extrema de hace unos 10 años) las señoras grandes saltillenses del centro, del centro, decían que esas cosas violentas sólo pasaban en las orillas. Nunca entendí cuáles eran las orillas en mi rancho de cuatro cuadras de mi mente, Saltillo, una ciudad que caminé y conocí a conciencia. Como quien conoce al cuerpo amado o follado y sabe a qué cuarta del culo tiene la primera mancha, cicatriz o lunar.

El pasado 21 de julio, Miguel Téllez Rodríguez tundió y casi asfixió a la madre de su hija pequeña, una mujer llamada América, con quien ostensiblemente tenía una relación o había tenido según la tupida y abundosa exposición de sus actividades en las redes sociales, que siempre son buen material de apoyo para los medios de comunicación. Su convivencia, la exhibición de sus actividades familiares en las redes sociales que fueron difundidas por todos lados, mostraban a una pareja armoniosa con una pequeña, clase media mediana, con todas las pretensiones y sueños ad hoc. Nada fuera de la anhelada normalidad.

Algo pasó, como siempre pasa en todas las relaciones. Y la cosa se enrareció. En el video del ataque de Miguel Téllez a América, vemos cómo él la somete, la cuasi asfixia, la deja tirada en el piso por largo rato y luego la manipula como a una muñeca mientras hace llamadas o usa su celular.

El agresor se ensaña con patadas, pero está tranquilo y actúa con impunidad. No estoy elaborando la telenovela, todo eso lo vimos en un video, y observamos como Miguel Téllez realiza sus agresiones en la absoluta indolencia.

Con ella procreó una criatura y tuvo una larga relación, bastante bien documentada a la prensa por parte de la señora madre del agresor, quien contó vida y milagros de la agredida, a quien quisiera escucharla.

La madre del agresor y la hermana, bajo la premisa de defenderlo (ahora acusado de feminicidio en grado tentativo), también incurrieron en actos de violencia visibles y contundentes. Virales y expuestos. Señoras, tod@s nos damos cuenta del ridículo que hacen al defender a un agresor grabado en video cometiendo un intento de feminicidio.

Jamás juzgaría a unas mujeres por defender a su familia, pero sí los valores que las orillan a anteponerse ante a un señor que fue captado in...

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