Ivaginaria / De mandiles a sogas en el cuello...

AutorElia Martínez-Rodarte

En un vuelo reciente que tomé, estaba yo formada para la revisión de seguridad, cuando pasó de salida el ex Presidente panista Vicente Fox, quien salía de su vuelo. Él caminaba vociferando, a gritos, como esos personajes que van por el mundo con el ansia de ser notados, taconeando sus zapatos de señor mayor (que no botas...) mientras a unos pasos atrás de él, como una esposita minitoy, iba Marta Sahagún, quizás la figura de la primera dama quien pelea por el primer lugar de nefastez, junto con Margarita Zavala y la infumable Gaviota.

Ellas fueron célebres por su proverbial manipulación hacia sus batos, cosa que no sucedió con otras primera damas grises, invisibles y casi prescindibles. Más nunca malpagadas en las pensiones post presidenciales. Primeras damas tóxicas como Sahagún, Zavala y Gaviota, marcaron la pauta de la escenificación marital más escandalosa: la mujer oportunista que deja a su esposo para casarse con el presidente, la mujer que sacrifica su vida y acompaña a su marido adicto en un gobierno sangriento y la esposa que actúa su amor, bajo uno de los contratos actorales más caros de la historia del mundo.

Contra todo pronóstico, Marta Sahagún iba detrás, callada. Acompañaba a un matrimonio joven, no vi bien si era su hijo y a su esposa, con un par de niños insufribles, chillones e inoportunos que todos odiaron de inmediato por su ululato. Ella en su papel de abuela o tía abuela auxiliar, parece estar lejos de ser la figura manipuladora que todos conocimos en aquel hórrido sexenio en el que gobernó su marido. Lejos quedó su feroz cacería que hizo con él durante la campaña.

Fox fue el primer mandilón evidente y manifiesto en la historia de los presidentes mexicanos de este siglo. Quizás muchos antes lo fueron, pero tuvieron la precaución machista, que a tod@s les inquieta mucho, por no quedar como un pedazo de tonto que toma decisiones vitales para el gobierno de la nación de la mano de su esposa. Con Fox se perdió la tradición de esconder a la esposa bajo un tapete, la que era una figura ajena en lo concerniente a los asuntos importantes.

Pero lejos de aportar a una señora empoderada que mostrara una visión femenina del nuevo milenio, y comprometida con las mismas mujeres de su país, el ex...

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