Ivaginaria / Matrimonios sin sexo

AutorElia Martínez-Rodarte

"¿A poco crees que por dejar de coger ya nos dejamos de amar?", fue la respuesta de una persona cuando le pregunté cómo se encontraba el estatus emocional con su pareja, cuando me estaba contando por su escaso interés en la actividad sexual.

Antes de empezar debemos dejar claro: la actividad sexual y sus emociones pueden ser absoluta y rotundamente ajenas a lo que conocemos como una relación afectiva, o amor romantizado o amor romántico. Es decir, el sexo no lleva al amor ni el amor al sexo necesariamente.

La actividad sexual en una pareja que se ama, o que tiene afectos y aprecios entre ellos, es un paso natural, pero no necesariamente obligatorio y quien exige sexo a sus compañer@s, sean esposos, novios o amantes, es una forma de hostigamiento y de violencia. Un esposo también puede ser el violador de su esposa, si ésta accede a un coito obligado.

El tema del matrimonio del sexo es importante porque la gente asume que después de casarse va a tener la actividad sexual más maravillosa y mejor, y que será plena. Sin embargo cuando nos amarramos en un amor matrimonial, quizás muchas cosas cambien y el sexo se convierta como en una moneda de cambio o en una tarea rutinaria si no se sabe administrar con sabiduría.

La gente de psicología tiene muy medidito el asunto de la sexualidad y la actividad sexual: si tienen menos de 10 coitos al año, es un problema. Nadie posee la medida exacta de lo que debe ser el sexo necesario en un año para una persona, y menos para una pareja, por eso sus problemas de sexo y relaciones sexuales deben tratarlos con un sexólogo que tenga una idea menos acartonada del fornicio.

Y es ahí en donde se enrarece el asunto. Si una pareja casada tiene menos de 10 coitos al año, pero mantiene una vida amorosa y carnal cercana, con besos, abrazos, caricias y fajes, entonces mantiene de alguna forma una actividad sexual, porque la mayoría de los científicos no sexólogos miden el fornicio de acuerdo a los coitos de las parejas. Y ni siquiera estoy hablando de la calidad de esos diez coitos. Sólo es el conteo de las penetraciones efectivas.

No es ninguna novedad ni cosa rara que un matrimonio deje de forniciar, ni que la frecuencia de sus encuentros sexuales coitales, que son los que le...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR