De política y cosas peores / Atractivo empleo

AutorCatón

El marido le dijo con acento dramático a su esposa: "Lo sé todo". "¿De veras? -respondió ella muy interesada-. A ver: ¿cuál es la capital de Dakota del Sur?" "No te hagas la disimulada -se molestó él-. Ni que fueras Virgilio Andrade. Eres una mala pécora, una Mesalina, una Thais, una vulgar Friné. Sé que me engañas. Y no con un hombre nada más, sino con varios: el 60 por ciento, según entiendo, de los que aparecen en el directorio telefónico". "¡Ay, Cornulio! -respondió ella con lamentoso acento de mujer incomprendida-. No seas tan duro conmigo. A ti te doy mi compañía, mi atención, mi apoyo, mi consideración, mis cuidados, mi conversación, mis pensamientos y mi comprensión. En cambio a ellos lo único que les doy son las éstas"... Pepito era tan travieso que su pobre mamá parecía artista de Almodóvar: estaba siempre al borde de un ataque de nervios. Acudió a la consulta de un médico famoso, y éste le aconsejó que llevara al crío con un psicólogo. "A usted -le dijo- le daré unas píldoras tranquilizantes sumamente poderosas. Yo mismo las tomo cuando me da por pensar acerca del futuro del país". Días después el facultativo llamó por teléfono a la madre. Le preguntó. "¿Su hijo se sigue portando mal?" "Peor que antes -respondió la señora-. Pero ahora me vale madre"... Un individuo llegó a la farmacia y pidió un frasco tamaño grande de Viagra Extra Double Forte Special Super Plus. Le preguntó el farmacéutico: "¿Trae usted receta?" "No -replicó el tipo-. Pero traigo una fotografía de mi mujer"... Estamos en el año 1446, aproximadamente. El maestro de escuela de Génova le ordenó a Tonino: "Pasa al pizarrón y dame una prueba de que la Tierra es redonda". Respondió el muchachillo: "Que se la dé Cristobalito. Él es el que anda diciendo esa pendejada"... Aquel marido era hombre voluptuoso. Gustaba de poner en práctica con su esposa toda suerte de posturas eróticas, tantas que dejaba al Kama Sutra en calidad de mero manual introductorio, dicho sea sin intención segunda. Una noche, para sorpresa del individuo, su señora le...

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