San Cadilla

DE FORMAS Y FONDOS

Sin mucho hacerle al cuento y que "la fibra A" y que "la zona 14", la Selección Mexicana de Gerardo Martino presume muchos mejores números en sus primeros 19 partidos que la de su antecesor.

Si algo se le agradece al "Tata" es la franqueza. Es cierto que tiene una derrota grosera en su currículum, 4-0 contra Argentina, pero aquella vez aceptó la responsabilidad y sin tocarse el corazón le dio un calambre a los directivos, aquellos que no suelen conseguir muy a menudo partidos contra rivales de esa jerarquía, y por eso cuando llega el Mundial a México le va como le va en momentos cumbre.

Si a Martino le preguntan por qué no convocó a "X" jugador, responde sin necesidad de cantinflear. Si le cuestionan qué piensa de los partidos que le consigue Soccer United Marketing no duda en criticar el estado de la cancha o la calidad de los rivales, pidiendo siempre, de manera respetuosa, un mayor esmero.

Ahora ya lleva 19 partidos, como ilustra METRO, con una efectividad del 89.4 por ciento de partidos ganados, superior a la que tenía Juan Carlos Osorio tras ese mismo número de juegos, un 78.9 por ciento.

Es cierto que los números no bastan para analizar todo el contexto. Esta Selección Mexicana sí transmite y, de entrada, esa es ya una diferencia muy marcada a la del proceso anterior, que salvo honrosas excepciones frente a Alemania en el Mundial o Portugal en Confederaciones, casi siempre mostró una versión sin alma.

Y recuerden que hace varias eras glaciales a mi querido "Yo Respeto" Bora Milutinovic me lo corrieron con excelentes números en el Tricolor simple y sencillamente porque su estilo aburría.

Martino ha sido honesto hasta al decir que ya vendrán "las puteadas" y que estará preparado para ellas, pero por lo pronto puede respirar tranquilo, ahora que al menos las polémicas se dan por situaciones extracancha y no por lo que hace el Tri en el terreno de juego.

COMO ANILLO AL DEDO

Aunque les suene contradictorio, la negativa de las autoridades para abrir pronto los estadios de la Ciudad de México para recibir afición le cayó como anillo al dedo a un par de clubes capitalinos.

Un Judas me contó que ni América ni Cruz...

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