La sobrina sin remedio / Pequeña montaña del placer

AutorMelody Petite

Se acerca el "día del amor y la amistad" y me gustaría que sepan algunos datos interesantes antes de prepararse para esa fecha especial, por eso hoy quiero hablarles del botoncito mágico que las mujeres tenemos escondidito allí abajito y nos hace sumamente felices.... regalarle flores, bombones, peluches, puffff, eso quedó en el pasado, este día de San Valentín regálale un orgasmo inolvidable, jijiji.

Paréntesis: para mí la mercantilización de esta festividad es una excusa para incentivar el consumismo, no gasten si no es necesario, además el día del amor y la amistad puede ser cualquier día, pienso que tenemos que dar amor los 365 días del año, no solo este día, pero prosigamos.

No nos odien (a las mujeres) por tener un órgano única y exclusivamente para el placer, mejor amemos este botoncito que Dios nos dio, jajajajja, ese botoncito que al igual que el pene, también se llena de sangre y se alarga cuando se excita, sólo que el clítoris es doblemente sensible que el glande, más adelante les explicaré por qué.

Primero, la palabra clítoris viene del griego "kleitorís" que significa "pequeña montaña", de hecho allá por el siglo 1 d.C, Rufo de Éfeso, un antiguo médico, señala el verbo griego derivado "kleitoriáz", que significaba "acariciar(se) el clítoris para producir placer", algo así como masturbación, pero con más caché, ya saben cómo son los griegos que se la saben de todas, es más, según ellos, los orgasmos eran altamente recomendados para que las mujeres quedaran embarazadas.

Más adelante, la Iglesia Católica, dicen, aconsejaba a las mujeres que tuvieran orgasmos para ayudar a liberar la tensión sexual, y es que durante la época victoriana del siglo XIX, las mujeres que padecían problemas uterinos, hormonales o emocionales, eran diagnosticadas con una supuesta enfermedad llamada "histeria femenina" (creo que de esta enfermedad ya les platiqué la otra vez, *inserte emoticón de la carita pensante), la cual no tenía remedio y sólo podía ser aminorada por medio de masajes clitorianos, jajaja, quién dijo chalupa y buenas... Los médicos manipulaban la vulva de la paciente hasta que ésta alcanzaba el orgasmo, momento en que se aplacaban los síntomas de su "mal", no sé a ustedes, pero a mí me suena como película porno: -Ay, dotorrrr, que me dueleee mussshooo la cabejaaaa marica- con acento colombiano, jajjaja, cómo me gusta imitar ese acento victimizante que tienen la mayoría de las colombianas para que las ayudes, perdón, me exalté!

Lo cierto...

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