La sobrina sin remedio / Con sabor a sal
| Autor | Melody Petite |
No me lo van a creer, pero en estos últimos meses he disfrutado muchísimo de mi sexualidad, y no me malinterpreten, no es que antes no la disfrutara, sino que ahora es mucho mejor, porque con mi Solecito he hecho cosas inimaginables (ejemplo: tener sexo anal solo con él), y me siento increíblemente súper feliz, por eso es que esta última semana no me quejé ni tampoco le reclamé que no hemos tenido sexo chido. Les cuento que en 2 días más es su competencia, así que desde hace unos días atrás, dejó de comer sal y está consumiendo muy poca grasa buena (aceite de oliva, aguacate) y muy poquitos o casi nada de carbohidratos al día (arroz, pasta, papa, camote) vaya para ir secando su cuerpo y que este se apriete hasta el punto en que se marquen unas líneas muy pronunciadas en la separación de sus músculos; sin embargo, el no consumir sal (ni siquiera cuando cocinas la comida) por mucho tiempo es perjudicial para la salud.
La sal es indispensable para nuestro cuerpo, pues está compuesta de minerales que mantienen el equilibrio de nuestros líquidos, permitir la trasmisión de impulsos nerviosos, entre otras cosas, por el contrario, si no comes sal esto hará que pierdas fluidos corporales (esta es la razón por la que mi novio dejó de comerla para poder secarse mejor), se te baja la presión arterial así como también el volumen sanguíneo, además puedes tener calambres musculares, debilidad, mala memoria, falta de concentración, por eso me uuuurge que sea sábado 17, para que ya compita, y después pueda comer todo lo que quiera y lo que su cuerpo necesita.
Pero bueno, aún y cuando estos últimos días no hemos tenido los maratones de sexo como acostumbramos, porque el está demasiado débil y cansado, aún así mi Sol ha calmado mis ansias con sexo oral,... ¡¡¡y cállate!!! ¡Que casi lo mató el otro día! Que dicen que en martes 13 ni te cases ni te embarques, pues yo le sumaré a la frase "ni le hagas facesitting a tu novio", es decir, no te sientes en la cara de él porque lo puedes ahogar! Jajajaja.
Era martes 13, un día normal y tranquilo. En la mañana mi Solecito pasó por mí para ir al gimnasio, nos tocaba darle duro a la pierna, neta entrenamos bien chido, yo sentía mi cuerpo muy poderoso, que podía cargar más peso o que hacia las repeticiones pausadamente para causar un buen daño en las fibras, yo llevaba puesto un shortcito rojo muy cortito, así que me amarre a la cintura el chaquetin de él para que no se me viera toda la nalga al hacer sentadillas o así...
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